¿Sabías que el virus de la Inmunodeficiencia felina (FIV) es una de las infecciones víricas más frecuentes junto con el virus de la leucemia (FeLV)?
Hoy nos centramos en cómo se transmite este virus, cuáles son las fases de la enfermedad y cómo se detecta. ¡Vamos a ello!
Transmisión del virus
El virus se transmite de un gato a otro a través de la saliva, principalmente por mordeduras. Los gatos que deambulan al aire libre, los gatos machos y los gatos mayores tienen más probabilidades de infectarse. Es importante puntualizar que este virus es específico de la especie, lo que los gatos que viven con la enfermedad no pueden trasmitírsela a sus dueños.
En cuanto a la transmisión vertical, de madres a crías, aunque teóricamente es posible, no es frecuente.
Etapas del FIV y su evolución
Infección aguda: En este estado de infección, el virus se disemina por todo el organismo. Ocurre en las primeras semanas o meses después de la infección.
Fase asintomática: el animal presenta una carga viral baja. Este estado puede perdurar años, o incluso toda la vida, sin que el felino muestre signos clínicos (o muy reducidos). El tiempo que un gato puede permanecer con una infección subclínica es muy variable. Depende del sistema inmunitario del individuo, de las infecciones secundarias a las que haya podido estar expuesto, y del subtipo de FIV.
Enfermedades secundarias/infección terminal: a medida que el sistema inmunológico se debilita, el gato se vuelve más susceptible a infecciones oportunistas y otras enfermedades. Algunos gatos infectados por FIV, pueden llegar al estadío de infección terminal. Se caracteriza principalmente por las linfadenopatías, y por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (conocido como el SIDA felino).
Diagnóstico y tratamiento
Se deben realizar pruebas de detección de anticuerpos específicos contra el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) ya sea en suero, plasma o sangre completa anticoagulada.
Es recomendable realizar pruebas a gatos nuevos antes de introducirlos en un hogar con otros felinos.
Es importante recordar que, en la actualidad, no existe ninguna vacuna contra el virus del FIV disponible en Europa. Es por ello que la medicina preventiva es la clave. Un diagnóstico precoz, así como disminuir el riesgo de que los gatos pueden resultar infectados es la mejor vía
¿Cómo evitar que mi gato se contagie por FIV? Consejos que puedes dar a los dueños
- Controlar las salidas al exterior del gato
- En caso de introducir un nuevo compañero en casa realiza un análisis: sobre todo si es un gato adoptado directamente de la calle
- Utiliza un comedero y bebedero para cada gato: la carga vírica del virus en la saliva es muy elevada

 
              
             
      
       
                         
                         
                         
                        