Dietas crudas para perros
Las dietas basadas en carne cruda (tipo BARF) están siendo cada vez más populares entre los dueños de mascotas. Sin embargo, todavía no se han demostrado con claridad sus ventajas reales y se han documentado bien algunas consecuencias no deseadas, tanto en perros como en gatos. El riesgo de que las mascotas consuman una dieta diaria incompleta y desequilibrada es alto y la bibliografía ha demostrado que la carne cruda y las vísceras pueden contaminarse fácilmente, lo cual también es importante desde el punto de vista de la salud pública.
El objetivo de este estudio fue determinar las motivaciones y las prácticas de alimentación de los propietarios que administraban de modo rutinario dietas tipo BARF a sus perros. Se incluyeron 218 propietarios, principalmente mujeres, entre 21 y 40 años. La mayoría de los animales tenían una condición corporal ideal (de acuerdo con la percepción de sus dueños) y se describió que estaban dentro de casa todo el día.
La elección de este tipo de dieta venía motivada, en el 60% de los casos, por información obtenida en internet. Solamente el 14% de los participantes había preguntado al veterinario para tener detalles acerca de la formulación de la dieta BARF. Es bastante preocupante que los propietarios de mascotas a menudo busquen fuentes cuestionables, como puede ser internet, para obtener datos acerca de la nutrición de su animal, no reconociendo que el consumo de este tipo de alimentos puede suponer un riesgo tanto para la salud del animal como para la salud de las personas.
Casi el 80% de los dueños habían descartado completamente el pienso seco y la mayoría indicaba que la salud de su animal había mejorado, sobre todo en lo referente a la piel y al pelo. Más de la mitad de los propietarios nunca habían observado efectos adversos relacionados con este tipo de dietas, pero el 45% restante describía principalmente diarrea, estreñimiento y vómitos. Para los dueños, la principal ventaja de esta comida era el control total sobre el tipo de alimento y el conocimiento de la composición, aportando ellos mismos los ingredientes. Algunos inconvenientes como la obtención de los alimentos, la cantidad de tiempo necesaria para la preparación o el coste, también se describían como beneficios.
Es importante indicar que las dietas BARF tienen un mercado mucho más limitado y carecen de controles de calidad rigurosos. Además, es probable que no se indiquen las enfermedades asociadas y por ello se infravaloren. Las agencias de salud pública y los veterinarios tienen un papel muy importante en la educación de los propietarios, ayudando a estos a que tomar decisiones con una mayor información.
Morelli, G., Bastianello, S., Catellani, P. et al. Raw meat-based diets for dogs: survey of owners’ motivations, attitudes and practices. BMC Vet Res 15, 74 (2019). https://doi.org/10.1186/s12917-019-1824-x