Castración Quirúrgica en Perros y Gatos:
una revisión de sus riesgos y beneficios
La gonadectomía o castración quirúrgica es una cirugía muy común, utilizada para el control reproductivo de perros y gatos, que se incluye dentro de la tenencia responsable de los animales de compañía. Sin embargo, la necesidad y el momento de realizarla sigue siendo controvertida debido a las ventajas y desventajas que dependen de la edad, el sexo, la especie y la raza del animal.
En este artículo, se revisan los beneficios e inconvenientes a largo plazo de la gonadectomía, a distintas edades, en perros y gatos, utilizando datos que describen los efectos de la castración en el tracto urogenital y en otras condiciones médicas, como el desarrollo de tumores mamarios.
Efecto de la esterilización en el aparato reproductor
En algunos países, la ovariohisterectomía (OVH) es la técnica preferida para esterilizar a las perras basándose en la presunción de que la extirpación del útero previene futuras patologías uterinas.
Sin embargo, las revisiones históricas de las complicaciones a corto y largo plazo tras la OVH y ovariectomía (OVE) llevan a la conclusión de que no hay ningún beneficio y, por lo tanto, ninguna indicación para extirpar el útero durante la esterilización rutinaria.
Con la extirpación de las gónadas, ya no se producen enfermedades como tumores y quistes ováricos. Además, las perras y gatas esterilizadas ya no son susceptibles a trastornos mediados por las hormonas ováricas, como la hiperplasia vaginal o las piómetras.
Efecto de la gonadectomía en el desarrollo de tumores mamarios (TM)
Los TM son los tumores más comunes en las perras, con un riesgo estimado que oscila entre el 2% y más del 20%.
En gatas, aunque la incidencia es menor, estos tumores pueden llegar a representar el 17% de las neoplasias.
Existen pruebas que apoyan una predisposición asociada a la raza: los gatos siameses, razas como el Spaniel, Caniche o el Teckel parecen estar predispuestos.
Aparte de la predisposición genética, las hormonas gonadales parecen influir principalmente en la patogénesis de los TM. Los perros y gatos esterilizados se ven menos afectados por los TM que los no castrados, aunque el momento de la esterilización también desempeña un papel crítico.
El riesgo de desarrollar los TM malignos en perras esterilizadas antes del primer celo se reduce en un 99,5% en comparación con los que no. Las perras esterilizadas después del primer y antes del segundo celo presentan una reducción del 92% del riesgo de desarrollo de TM maligno en comparación con las perras enteras.
En las gatas se observan efectos similares: aquellas que fueron castradas antes de los 6 meses de edad tenían una reducción del 91% en el riesgo de desarrollo de TM malignos en comparación con las gatas enteras. Las esterilizadas antes del año tenían una reducción del riesgo del 86%.
Reichler, I. M (2009) Gonadectomy in cats and dogs: a review of risks and benefits” Lugar: University of Zurich.
DOI:10.1111