Necrosis cutánea secundaria a quemaduras solares en un dachshund
CASO CLÍNICO: Necrosis cutánea secundaria a quemaduras solares en un dachshund marrón
La radiación solar puede provocar daños en la piel bien por efecto directo bien debido a quemaduras térmicas (necrosis térmica). Las zonas que se ven afectadas con más frecuencia son las no pigmentadas o con poco pelo, aunque no debe olvidarse la piel oscura. En realidad, es importante indicar que la piel negra absorbe más energía solar que la no pigmentada y los casos de “necrosis térmica dorsal” se describen, por ejemplo, en las manchas negras de los dálmatas.
El siguiente caso ocurrió en un dachshund marrón de 5 años. El perro desarrolló una quemadura térmica de tercer grado secundaria a la exposición directa al sol durante 45 minutos en el exterior de la casa en una situación de altas temperaturas. Cuando los propietarios notaron su malestar (tumbado y jadeando), le llevaron dentro de la casa y le pusieron un ventilador y enfriaron con toallas húmedas – los dueños indicaron que no lavaron al perro con la manguera una vez había estado tumbado al sol, procedimiento que a menudo se asocia con este tipo de lesiones cutáneas y que siempre debe ser descartado. Después de cuatro días eran visibles nódulos coalescentes en la espalda del perro y doce días después de la exposición estos nódulos comenzaron a drenar. El perro fue visto por un veterinario que prescribió enrofloxacina, amoxicilina/ácido clavulánico y tramadol, pero las lesiones estaban avanzando y la mascota fue llevada a un hospital de referencia.
A la llegada al hospital, el perro estaba ligeramente deshidratado y con la temperatura levemente aumentada. Los análisis sanguíneos y la bioquímica mostraron linfopenia y monocitosis leve con elevación de la ALT y la AST. A lo largo de todo el dorso se observaba necrosis cutánea que abarcaba todo el grosor de la piel con material purulento drenando por debajo de la costra. También era visible tejido de granulación y una zona de reepitelización. El plan de tratamiento incluyó fluidoterapia, una infusión constante de fentanilo y desbridamiento de la escara.
Después del desbridamiento, los vendajes se cambiaban todos los días, se colocaba el parche de fentanilo en su sitio, se administraba meloxicam transdérmico y se daba gabapentina y tramadol por vía oral. Se continuaron los tratamientos antibióticos prescritos previamente durante dos semanas, sin embargo, es importante subrayar que el uso de antibioterapia sistémica es controvertido; como alternativa debería tenerse en cuanta la sulfadiazina argéntica tópica. La histopatología mostró necrosis difusa y hemorragia de la epidermis y de la dermis que se extendía hasta el tejido subcutáneo con áreas multifocales de infiltrados neutrofílicos en dicho tejido subcutáneo.
Doce días después de acudir al hospital, las lesiones estaban casi curadas y el paciente estaba bien.
Sumner, J. P., Pucheu-Haston, C. M., Fowlkes, N., & Merchant, S. (2016). Dorsal skin necrosis secondary to a solar-induced thermal burn in a brown-coated dachshund. The Canadian veterinary journal = La revue veterinaire canadienne, 57(3), 305–308.