Con la llegada de los días largos y las altas temperaturas, ¿a quién no le gusta irse a la playa con su mejor amigo? Este plan es una manera perfecta para que tu perro haga ejercicio, se dé un buen chapuzón, socialice y vuelva a casa más tranquilo y feliz.
Sin embargo, existen algunos factores y riesgos que deberías tener en cuenta si queréis pasar el día entre la arena y el mar. ¡Sigue nuestros consejos para que se convierta en el plan perfecto de este verano!
Playas “dog friendly”
Cada vez son más las comunidades autónomas que habilitan playas para perros, o permiten su acceso durante los meses de verano. Te recomendamos que, antes de nada, te informes de sus ubicaciones, características, equipamiento y normativas. ¡Ojo! Aunque una playa se defina como dog-friendly, esto no significa que tu perro pueda ir suelto por todas partes y en cualquier momento. Es fundamental cuidar el entorno, recoger los excrementos, respetar el espacio de los demás y mantener a tu compañero peludo atado siempre que sea necesario
¿Qué necesitas llevar a la playa?
Una vez escogida la playa es importante plantear lo que tu perro va a necesitar. No te olvides de meter en tu bolsa mochila los siguientes elementos:
Pautas para disfrutar de la playa con tu peludo
Vuelta a casa
¡Es hora de volver a! Un baño con agua dulce servirá para eliminar los restos de sal y de arena y le ayudará a proteger la piel y el pelo. Te sugerimos revisar bien sus orejas y comprobar que no presentar ni agua ni arena en su interior. Aprovecha para enjuagar su collar o arnés, y deja que se seque por completo antes de volvérselo a poner